viernes, 11 de mayo de 2007


Copa de vino

Lo dejaron en las tres patas blancas
expeliendo a madera mojada
sudando la sabia etílica
que consumía el humo
ignorante de la boca
ese mismo q se ahorco
con las cortinas embebidas de nicotínicos.
.
Las espinas de cristo q se me han ido acumulando en mi garganda se han ido por difusion hacia la sangre, tratando de arrancar de las sombras

1 comentario:

Ana María Vilchez dijo...

"...Las espinas de Cristo en mi garganta...", siempre recuerdo esos versos que me calaron profundamente...como muchos de tus poemas.
Abrazo.
TQM